Algunos resultados de diversas investigaciones muestran la eficacia de los Moldes Mentales, tal como se exponen a continuación:
Moldes Mentales y Psicofisiología
A diferencia de otras muchas teorías psicológicas, la de los Moldes Mentales corroboran la existencia e importancia de éstos al relacionarse y reflejarse en distintos indicadores psicofisiológicos. Así, de forma congruente con la Teoría de Los Moldes Mentales, la investigación, llevada a cabo por Fernández-Barreto, Hernández-Guanir y Fernández-Martin (2008) demuestra que:
- Las personas con mayores puntuaciones en los moldes de ajuste, presentan menor frecuencia cardíaca (mayor relajación), y viceversa, las personas más desajustadas evidencian mayor frecuencia cardíaca, sinónimo de mayor tensión, ansiedad o estrés.
- Las personas con mayores puntuaciones en el molde de Implicación Directa (mayor vitalidad o espontaneidad) reflejan una mayor conductancia de la piel. Por el contrario, las personas con mayores puntuaciones en moldes como el Hipercontrol Anticipatorio o el Hiperanálisis (preocupación, excesiva reflexión), muestran menor conductancia de la piel.
- Las personas que presentan mayores puntuaciones en los moldes de ajuste, muestran menor frecuencia en ondas beta (requeridas en procesos cognitivos complejos y de mayor concentración). Es decir, en las personas más ajustadas, el sistema nervioso central evidencia un claro ahorro de recursos cognitivos.

Los Moldes mentales se relacionan con señales psicofísicas. La personas con mayor puntuación en moldes desajustados tienden a una mayor frecuencia cardíaca y de ondas beta, generando mayor costo físico y mental. Cuando la Moldemoterapia mejora los moldes mentales, también se reducen el ritmo cardíaco y el nivel de las ondas betas.
En definitiva, los indicadores psicofisiológicos demuestran que los moldes mentales no sólo son patrones cognitivos que explican nuestro bienestar o malestar psicológico, sino que, además, quedan reflejados en nuestro cuerpo a través de las señales del sistema nervioso.
Moldes Mentales e Inadaptación Personal, Social y Escolar
Los moldes mentales identifican, de manera detallada a las personas con inadaptación personal, social y escolar. Como se puede comprobar en Hernández-Guanir (2010): TEST_MOLDES
- Las personas con mayor Inadaptación Personal suelen mostrar una forma peculiar de ver la realidad, mostrando altas puntuaciones en moldes como la Evaluación Selectiva Negativa (resaltando lo negativo frente a lo positivo), la Anticipación Aversiva (anticipando exageradamente peligros), o la Focalización en lo que no tiene.
- Las personas con mayor Inadaptación Social presentan mayores puntuaciones en moldes de negatividad, discordancia o evasión, frente a los moldes de optimización e implicación, propios de las personas más adaptadas socialmente.
- Los estudiantes con mayor Inadaptación Escolar (peor rendimiento, adaptación y actitud hacia el aprendizaje) presentan bajas puntuaciones en moldes de operatividad, altas puntuaciones en moldes evasivos y se caracterizan por moldes poco realistas o ilusos. Al contrario que los estudiantes más adaptados, más operativos, realistas y con mayor afrontamiento de los problemas.
Moldes Mentales y Bienestar Subjetivo
Los moldes mentales han mostrado una gran capacidad descriptiva y predictiva a la hora de relacionarse con el bienestar o la felicidad. Así, se ha encontrado (ver Hernández Guanir 2010) que los moldes mentales propios de las dimensiones de Implicación, Concordancia y Optimización, guardan una estrecha relación con felicidad o bienestar. Mientras que los moldes propios de las dimensiones de Negatividad y Discordancia, se asocian con malestar. Estos resultados denotan la utilidad de conocer nuestros propios moldes y modificarlos, en caso que fuese necesario, para conseguir un mayor bienestar.
Moldes Mentales y Ansiedad
Los moldes mentales han evidenciado un gran potencial a la hora de diferenciar a las personas ansiosas de las que no lo son, y, lo que es más importante, la modificación de los moldes más asociados con la ansiedad, como son los moldes de Negatividad, Discordancia o Evasión y el fomento de moldes Optimizadores, de mayor Autoconfianza y Encaje y Encauce Emocional, han logrado, en sólo 5 sesiones, reducir significativamente los niveles de ansiedad rasgo, consiguiendo que esos resultados sean estables, permaneciendo e, incluso, mejorando un año y medio después. Es decir, la moldemoterapia o terapia basada en la modificación de nuestros moldes mentales y el reajuste de nuestra arquitectura cognitivo-emocional, es una perspectiva de tratamiento eficaz para intervenir en los problemas de ansiedad:
Moldes Mentales y Ludopatía
Los moldes mentales han mostrado gran capacidad descriptiva también en la Ludopatía. Así, según una investigación llevada a cabo por Hernández-Guanir y Hernández Delgado (2002), se evidencia que las personas afectadas con esta enfermedad se caracterizan por déficits en los moldes mentales propios de la Optimización Preparatoria, Positivizante y Autopotenciadora. Es decir, los ludópatas no tienen capacidad para automotivarse, autoconvencerse, prever dificultades o generar soluciones y, por lo tanto, se autolimitan, siendo incapaces de transformar la realidad.
Moldes Mentales y Esquizofrenia
Según un reciente estudio (Hernández-Delgado, 2010), los moldes mentales nos muestran un mapa clarificador de las principales características mentales de las personas con esquizofrenia. Éstas muestran negatividad hacia el mundo (molde de Evaluación Selectiva Negativa), hacia los otros (Hostiligenia), hacia uno mismo (Atribución al Temperamento); desconexión de los sentimientos (Disociación Emocional) y aislamiento (Reclusión); negación de la propia responsabilidad (Desplazamiento Emocional); y encauce de sus pensamientos hacia realidades idílicas (Inflacción-Decepción, Atribución Mágica). En contraposición a esto, las personas no esquizofrénicas se caracterizan por un enfoque plagado de moldes realistas y positivos.
Moldes Mentales y Estilos Educadores de los Padres
Los estilos educadores influyen en la construcción de los moldes mentales. Así, cuando los padres, especialmente la madre muestra un estilo personalizante de respeto y, a su vez, pone límites, los hijos muestran moldes mentales de “ajuste” y de “optimización”. En cambio, cuando la madre adopta comportamientos perfeccionistas de tipo hostil o de norma excesiva, o bien de desatención o rechazo, los hijos destacan por moldes negativistas, defensivos, evasivos o inoperantes. También es llamativo que cuando el padre es “permisivo”, los moldes mentales de los hijos se caracterizan por incapacidad en afrontar los problemas, en el esfuerzo y en tolerar la frustración, con moldes mentales como: “Afrontamiento Borroso, Disociación Emocional, Oblicuidad Cognitiva, no Encaje Emocional, Justificación de los Fallos, falta de Precisión y Supervisión (Hernández, 2005).
Moldes Mentales y Rendimiento
Los moldes mentales han evidenciado una gran influencia en la mejora del rendimiento personal, no sólo académico, sino también deportivo. Son numerosas las investigaciones en este sentido. A modo de ejemplo, apuntamos algunos resultados relevantes:
- Las personas con bajo rendimiento en general poseen más moldes inoperantes, no realistas, negativistas, con desconexión de la realidad problemática y falta de encaje emocional (Hernández, 2005, Hernández-Guanir, 2008).
- Los estudiantes universitarios con mayor rendimiento se caracterizan por ser más reflexivos, tener mayor necesidad de control sobre lo que sucede a su alrededor, menor evasión de la realidad problemática y por ser más realistas (Fernández-Martín, 2009).
- Los alumnos que mejoran sus calificaciones en matemáticas de una evaluación a otra, son alumnos que se caracterizan por reflexionar, por sentirse esperanzados, por ser flexibles, por darse argumentos para cambiar, superar lo negativo y buscar lo positivo (Capote y Hernández-Guanir, 2008; Hernández-Guanir, 2008).
- Los buenos jugadores de ajedrez se caracterizan por una mayor capacidad para afrontar la realidad, por ser suficientemente operativos, por ser ponderados en sus aspiraciones y por encontrar explicaciones constructivistas ante los fracasos (Hernández-Guanir y Rodríguez-Mateo, 2006) Success_in_chess_mental_molds.pdf .
Además, cabe destacar que la modificación de los moldes mentales interferentes en el rendimiento, así como la suscitación de moldes facilitadores del mismo, han evidenciado una mejora significativa en el rendimiento académico y deportivo.
Todas estas investigaciones ponen de relieve el gran potencial de la Teoría de los Moldes Mentales a la hora de diagnosticar e intervenir en diferentes problemas psicológicos, habiéndose convertido en la actualidad, en una herramienta eficaz y eficiente en la mejora y cambio personal.