Tenemos que hablar

Pautas y estrategias para una comunicación efectiva

La mayoría de los problemas entre personas (parejas, amigos, familia, compañeros de trabajo) se deben a una mala comunicación. Y no es tanto por lo que decimos con nuestras palabras, sino por lo que expresamos con nuestros gestos, tono y actitudes. Estamos comunicando continuamente, aunque no seamos conscientes.

Los errores comunicativos son muy amplios: una mala escucha, la incapacidad para ponerse en el lugar del otro, la falta de control emocional, la descarga agresiva, la dificultad para ceder o buscar soluciones… etc. 

En este artículo nos centraremos en aspectos clave que te ayudarán a mejorar significativamente tu comunicación.

1. Prioriza la escucha

Habla menos y escucha más

Es muy importante que exista una buena actitud receptiva, más que una actitud invasiva. Aprovecha todas las señales que te puedan dar sobre cómo se está comprendiendo tu mensaje, y facilita que la otra persona se sienta comprendida y escuchada.

Evita dar por supuesto lo que el otro va a decir, lo que piensa o lo que siente.

Con ello puede que estés interrumpiendo otros desenlaces en el discurso de la persona. Además, esta situación genera un clima de tensión e impulsividad dentro de la comunicación. 

No interrumpas

Evita acaparar el primer plano de la conversación y exponer tus ideas por encima del que habla. Recuerda que el objetivo es llegar a un acuerdo realista y práctico.

2. No descargues ni culpabilices

Evita descargas y agresiones

Evita atribuciones cruzadas: “la culpa es tuya”, “no, tuya”… Es muy diferente que le comuniques a una persona “eres mala” o “eres mala para esto” que “esta tarea te está saliendo mal” o “estás actuando de forma desacertada”. Intenta que cuando realices una evaluación, no te encuentres condenando a la otra persona, sino aportándole oportunidades para que pueda mejorarlo.

-No te irrites ante algo que te provoca contrariedad. Cuando comprobamos que los demás no piensan, sienten o reaccionan como nosotros, nos produce disonancia cognitiva, preguntándonos interiormente: «¿Cómo es posible qué?», provocándonos rabia y fastidio. 

-No agredas a la otra persona, no intentes manipularla o hacerla sentir mal.

-No te rías, burles o uses ironías respecto a los argumentos del otro. La ironía, siempre tiene un sentido de oscuridad. La ironía, aunque sea a través del humor, representa descontento, incomodidad o inconformidad. Además, si la respuesta que ocasionan los argumentos de una persona es burla, ella misma se va a sentir cuestionada.

– Evita gestos o expresiones agresivas, irónicas, desafiantes o victimistas, como “Tú verás”, “No me pasa nada”, “ya estamos”. Este tipo de expresiones indican expectativas negativas, predisposiciones hostiligénicas, y anticipaciones aversivas. Si la usas a menudo estás condicionando la comunicación hasta que parezca un círculo vicioso donde en vez de ser estas frases las consecuencias, pueden a ser las causas de la misma negatividad en la comunicación.

-Evita descalificaciones generales negativas, estables en el tiempo, del interlocutor: “siempre actúas egoístamente”, “eres un desagradecido”… No generalices ni exageres situaciones, actitudes, defectos…

corazon-y-cerebroEvita que la emocionalidad te aleje de las soluciones

-Resalta el respeto y la búsqueda de soluciones más que hurgar las heridas, deudas o culpas. Para ello, busca alternativas y piensa en las consecuencias de las mismas. Para afrontar mensajes negativos dentro de la comunicación es muy importante que se haga un gran esfuerzo en mantener un buen nivel de respeto que no altere el clima, así como el que se centren los recursos en la búsqueda de soluciones para superarlo, y no en revivir la negatividad buscando causas dentro de posibles rencores, como puede ser la culpa.

-Evita buscar culpables y más bien encontrar explicaciones a los fallos.Si existen formas para superar un problema, estas comienzan por la búsqueda de soluciones. El centrarse en la búsqueda de culpas anula las fortalezas y revive las debilidades. Si encuentras explicaciones a los fallos, esto puede llegar a ser positivo, pero si lo estás continuamente recordando y reviviendo, posiblemente estés limitando las fortalezas y las diferentes alternativas para mejorar la situación.

-Evita auto-reafirmarte y no te sorprendas con la autoafirmación de la otra persona. En este caso, evita caer en la trampa de “yo más”, o volviendo directamente, sino que encauzas el tema por otro flanco.

Autocontrol

Espera un tiempo, reconoce tu carga emocional, no respondas rápidamente ni te exaltes. La impulsividad en las respuestas puede ser un muro para la búsqueda de alternativas y la reflexión. Una pronta respuesta puede ser una mala respuesta, y esto puede cambiar la comunicación por completo. Haz uso de la inteligencia emocional para poder controlar lo más “básico”, lo más energético o “visceral” dentro de nuestras primeras reacciones. Es muy importante que no perdamos de vista el heterocentrismo y la empatía en la comunicación. Ten en cuenta el refrán popular de “piensa las cosas dos veces antes de decirlas”

Deja en el vacío, como “auto-rebote”, los improperios del contrario.


3. Acepta y no impongas

Acepta lo positivo del otro

-Acepta, reconoce y valora parte de los argumentos de la parte contraria. Dentro de una negociación es imposible llegar a una resolución conjunta si el objetivo que se persigue es vencer y vencer. Antes que ello es necesario el entendimiento, el reconocimiento y ser capaz de ceder, para poder ganar.

-Reconoce y valora las versiones o aportaciones de la otra persona. La otra persona no es sólo una fuente de argumentos, al igual que nosotros tiene unos sentimientos y emociones ligados a ellos. El punto de vista de otra persona, desde el sentido constructivista siempre puede ser importante. 

Acepta lo negativo propio

-Admite y no niegues tus fallos. Para poder superar una debilidad, primero hay que reconocerla, y conocerla. Cuando estas se exponen dentro de la relación entre dos personas, las resistencias como son la vergüenza, la negación, o las defensas como la autoreafirmación ganan mucho más peso. Sincérate contigo mismo para que puedas seguir siéndolo en la relación, y no tengas miedo a reconocer y superar debilidades personales.

-Mantén una actitud abierta sobre lo que está mal por tu parte, siendo autocrítico y reconociendo tus fallos. 

4. Trabaja en las soluciones

 Evita dar consejos, mejor ayuda a descubrir alternativas.

Concreta las soluciones que adoptas.

Implica a la otra persona en la búsqueda de soluciones.

Invita al otro a la búsqueda de solución, usando preguntas implicativas (“¿Cómo podemos resolver esto?”, “¿Qué piensas”, “¿Qué te parece?”)

Establece acuerdos efectivos

Llega a acuerdos realistas y con probabilidad de éxito, gradualmente, paso a paso, sin aspiraciones exageradas.

Parte primero desde tu propio cambio, ¿qué puedo mejorar? ¿qué aspectos dependen de mi? Lo habitual es esperar que sea el otro el que cambie. 

-Sé flexible con la otra persona, y confía en el cambio por parte de los dos. 


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En Psicomold Psicólogos te ayudamos a mejorar tus habilidades comunicativas, emocionales y sociales, tanto de forma individual, en pareja, en familia o en el ámbito laboral. 

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